Hasta siempre, Manolo Preciado

Los sportinguistas  te recordaremos siempre.

Nada más encender el móvil el tweet de un amigo me sorprendió. Pensé que había una equivocación. Busqué en Internet y confirmé la triste noticia. Manolo Preciado se había muerto de un infarto.

 Una sensación de vacío me inundó. No conocía a Preciado pero era una persona que me caía genial. Lo empecé a seguir cuando llegó a dirigir a mi equipo, el Sporting de Gijón. Y le cogí uno de esos aprecios extraños que le tienes a determinada gente aunque nunca hayas hablado con ellos.

 Y hoy quiero hacer mi humildísimo homenaje a este hombre tan APRECIADO. Lo admiro por su personalidad, su trabajo como entrenador y por haber sobrellevado los duros golpes personales que le dio la vida. Aunque dicen que esas cicatrices quedan en el corazón y hacen mella.

 Vayas donde vayas, Manolo Preciado, como dice la canción que “te vaya bonito” y que tengas mucha suerte.